– me levanto
– un café
– enciendo el ordenador
– correo/paseo web diario
– ducha en el patio
– otro café
– empieza la jornada laboral
– trabajo
– ducha
– trabajo
– paseo
– ducha
– trabajo
– comer
– euronews/simpsons
– otro café
– trabajo

– ducha

Virgen santa, como sea verdad que las cosas que se lavan encogen voy a llegar al otoño con una estatura negativa.

Y es que con estas temperaturas no apetece ni comer. Estoy a base de ensaladas, estoy anemico, como esos hippies vegetarianos, flamelicos, verdes de fumar hierba pero que no han descubierto todavía la piramide ecologica y lo ricos que están los cerdos… (y algunas cerdas tambien).

Cuando empiecen el viento se los vá a llevar a todos, y nos vamos a quedar sin hippies decorando nuestra plaza, verás.

Y es que hay gente que todavía no sabe que hay dos tipos de comidas. Las exocaloricas, que exportan calorias, es decir aportan mas calorias de las que se gastan en su preparacion. Y las endocalorias, todo lo contrario. Absorben energia. Son aquellas en las que su preparacion nos exige gastar más de la que luego vamos a recuperar en la mesa. No hay que ser un lince.

Imaginaos una ensaladilla rusa, hora y media de preparacion y queda despachada en 3 minutos, aproximadamente. Resultado: ruina fisica.

Ahora imaginaos un buen pollo asado, cerveza, pan y alioli. Tiempo de preparacion, depende pero con 15 minutos da tiempo de poner hasta el ventilador, y a cambio tienes por delante 40-45 minutos de fiesta. Resultado: siesta de dos horas y unos eruptos que te dejan temblando.

¿Sudores? si tambien, pero nada que no pueda arreglar una buena ducha y un café con hielo.

PD: Otro dia os cuento como hacer un alioli en 30 segundos que quita el hipo.