La primera vez que Carlinhos Brown vino a España (1996 creo recordar) lo hizo aquí, a La Mar de Musicas, ya entonces fue todo un acontecimiento. Este verano (2004) aprovechando su paso por el Forum de Barcelona volvieron a traerlo, claro que en esta ocasión todas las entradas estaban vendidas 3 meses antes. Como me decía el dependiente de Discos Carrots cuando fui a comprarme su excelente Alfagamabetizado

– Carlinhos es más que un músico, es una religión!!

Cuanta razón tenía. Ayer lo pudimos ver en la ultima película-documental de Fernando Trueba, El milagro de Candeal.

Aprovechando un viaje de Bebo Valdes de Suecia a Salvador de Bahía, Trueba nos pasea por la Favela de Candeal, donde Carlitos Marrón se ha comprometido en dinamizar la vida social, laboral, política y musical del “barrio”

Mi primera gira como percusionista fue con Caetano Veloso. Por vez primera pasé ocho meses fuera de casa, de mi familia. En Francia, las calles parecían salones, con la gente muy bien vestida. Al regresar a Candeal, una noche la policía hizo una redada y murieron varios chicos. Me creó una preocupación enorme y me gasté todo el dinero que gané en la gira en comprar timbales

La Favela transformada alrededor de un conservatorio de musica y la particular forma de vivir la musica de Carlitos como guinda, en un barrio una ciudad en la que se han extinguido han exterminado los delitos y la violencia callejera.

La revolución destruye. La evolución construye. Candeal es la construcción del sentido, de la gentileza, de la bondad. No queremos paternalismo, queremos emergencia social. ¿comida o aprender a plantar? Aprender y pasar los conocimientos para que todos los aprovechen. La humanidad necesita bailar junta, bailar para siempre

Olodums, orishas, zarabe, sincretismo y Africa por todas partes. El repertorio musical inmejorable: Caetano Veloso, Marisa Monte, Gilberto Gil, Hip hop roots, Matheus y más. No tiene precio poder escuchar la percusión de Mestre Pintado do Bongo y la versión improvisada de Carlitos Marron con Bebo Valdés al piano.
En definitiva, un ejemplo a exportar, de un barrio donde los parques se construyen con sillas y mesas. De las pocas ocasiones en que el público del cine-club rompe en aplausos al terminar la pelicula, no les digo más.