Parece que de vez en cuando se impone la cordura, aunque sea a golpe de sentencia. Esta mañana el juez ordena paralizar las obras en El Algarrobico a raiz de la denuncia presentada por la plataforma Salvemos Mojacar y con la oposición del Excelentisimo Ayuntamiento de Mojacar. Me alegra profundamente la noticia.

Pero lo realmente preocupante no es el hecho de que una constructora se salte a la torera la ley (nadie con dos dedos de frente debería esperar un comportamiento diferente de una entidad cuyo fin es el lucro), lo realmente preocupante de este y otros cientos de casos similares es que sea los movimientos sociales los encargados de denunciar y hacer cumplir la ley por encima de sus representantes y su gobierno. Que un gobierno ignore la ley que tiene obligación de acatar y hacer cumplir es muy grave. Y que un grupo de ciudadanos de forma voluntaria y altruista tenga que dedicar buena parte de su tiempo libre a exigir lo que sus representantes no son capaces (ni desean ) ejecutar es de juzgado de guardia. Esto, en cualquier sistema que se precie de llamarse democrático, deberia continuar con la dimisión en bloque de todo el equipo de gobierno en Mojacar, y si esto no ocurre (bastante más que probable desgraciadamente) debería la Comunidad Autónoma hacerse cargo.

Claro, para eso debería tratarse de una Comunidad Autónoma ligeramente diferente a la Murciana ( en la que los constructores están sentados en los escaños ) sino vamos listos.

A ver si aprovechando la inercia se nos contagia un poco de suerte Almeriense este sábado, 25 de Febrero a las 6 de la tarde nos vemos enfrente del Ayuntamiento (Ex-celentisimo) de Murcia.

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