Llevo un par de días en Madrí Madriz Madrid; ya hablo con toas todas las letras y algunas de sobra. He venido para recoger información para la tesis y hacer algunas entrevistas. Me estoy quedando en casa de mi buen amigo Jose. Jose y yo nos vemos de uvas a peras, pero cuando lo hacemos nos ponemos al tanto de nuestras vidas en media hora (quizá algo más) y después nos tratamos como si nos hubiéramos estado viendo todos los días durante los últimos cinco años. Al menos así lo siento yo.

Madrid mola mazo. Me gusta Madrid. Dadme un toque si pasáis por aquí.