Resulta que hay una madrileña afincada en Cartagena, Esperanza Pérez, que quería ser la primera mujer española en cruzar el Océano Atlántico en solitario (de hecho ahora mismo está en plena travesía y podeis seguir su singladura en esta página, que se ha creado a tal efecto), y se lo ha montado a todo trapo, consiguiendo dinero de la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento de Cartagena, del Instituto de la Mujer de Murcia, y de industrias y empresas varias para que todo salga viento en popa. Se ve que ser la primera mujer española en cruzar el charco merece todo el apoyo de los cartageneros y cartageneras, entre otros y no sé yo por qué (¿a que va a ser amiga de la alcaldesa?).
Pero sus ansias de pasar a la historia no han arribado a buen puerto: resulta que no es la primera mujer en hacer esa travesía en solitario. Como se puede comprobar también en esta página, hay otra mujer, Esther Espasa (por lo que he leído catalana), que ya está en el Caribe desde hace unos meses. Es más, esta Esther Espasa (un poco escorada a la izquierda, a babor, quiero decir, según me parece) le comenta a la madrileño-cartagenera Esperanza (escorada claramente a estribor), en el foro de esta, que ella ya está en el Caribe, y que es muy posible que antes que ella, ya hubiera habido otras españolas. Osea, que la que pasa por ser la primera mujer española en lograr cruzar el atlántico en solitario no alardea de la hazaña, mientras que la que a todas luces no va a ser la primera, se ha montado todo un numerito para propagarlo a los cuatro vientos. Cuantas esperanzas madrileño-cartagenero-españolistas al pairo…
Ahora solo le falta a la madrileño-cartagenera que los que le dieron el dinero para lograr la empresa se lo retiren porque todo ha sido un fiasco. Aunque, no sé bien porqué, me da a mi que la tal Esperanza Pérez no anda magra de fondos… (y no marinos, precisamente).