Ecologistas en Acción ha vuelto a denunciar públicamente, por quinta vez en lo que va de año, que en Cartagena estamos respirando mierda, con distintos apellidos: ozono, partículas en suspensión, dióxido de nitrógeno, etc.
En este enlace a la Consejería de Industria y Medio Ambiente (que ya de por sí el nombre de la consejería es peligroso) podemos ver los datos diarios de la calidad del aire de nuestra región. Así, podemos apreciar -es un decir- cómo a partir del día 1 de Julio en adelante son más las horas en las que el aire ha sido malo, que las horas en las que ha sido bueno en las localidades de La Unión y, sobretodo, La Aljorra. Podeis echar un vistazo a cualquier día y constatar cómo en La Aljorra (será por la General Electric) y en la zona de La Unión (por el complejo industrial de Escombreras) la calidad del aire es nefasta. El medidor de Torreciega hay días que ha alcanzado máximos históricos en dióxido de azufre (mirad el día 18 de junio lo que pudimos tragar los que pasamos por ese barrio). ¡Entre unas industrias y otras, no se libra aquí ni dios!.
Lo que me resulta más escandoloso del asunto no son los datos en sí, ¡que lo son!, sino que el gobierno regional no haya dicho ni mú al respecto. Parece que no respiran este aire. Parece que no va con ellos.
¿Qué tiene que suceder para que la consejería de medio ambiente tome cartas en el asunto? Se ve que mientras la gente no se ahogue al salir a la calle, aquí no pasa nada… Es increible pero cierto.
Entre el ozono troposférico, el dióxido de azufre y las partículas en suspensión, respirar en Cartagena sigue siendo una actividad de alto riesgo.
Espero que el nuevo consejero, Benito Mercader, que en el desempeño de sus funciones parece tener otro talante comparado con su predecesor, Francisco Marqués, que ha terminado “huyendo de la política” tras permitir que el urbanismo murciano traspasara todos los límites, tome cartas en el asunto de la contaminación y mande parar las emisiones que numerosas industrias emiten, que para eso sirven los medidores de contaminación, entre otras cosas.
La verdad es que no tengo mucha confianza en que algo así suceda: pensar que la Industria se va a someter al Medio Ambiente, aquí, en Cartagena, es de ingenuos. Y por mucha cara de ingenuo que tiene el consejero Benito Mercader, no creo que vaya a estropear su estupenda carrera política que le ha hecho pasar, a sus 31 años, de presidente de Nuevas Generaciones a consejero. A él le faltarán agallas para poner en su sitio a las industrias de Cartagena. Y a nosotras nos van faltando agallas para respirar estos venenos.