Dando una vuelta por Meneame.net leo un enlace a una noticia de Kaos en la red titulada Hablar puede matar y no puedo evitar cierto cansancio hacia este tipo de “noticias”. No, evidentemente, hacia el hecho lamentable de que una persona muera haciendo su trabajo sino hacia la denuncia que en que se centran este tipo de titulares: ¿acaso los periodistas deberian tener algún tipo de protección diferentes al resto de trabajadores? ¿realmente alguien en su sano juicio alberga la esperanza de desarrollar  una “élite de trabajadores” capaces de desplazarse con seguridad en un escenario en el que mueren el resto de pesonas? ¿hay que actuar de forma diferente si el muerto es un periodista ó es un electrista?

Me dá que este tipo de noticias, de forma involuntaria (espero) acaban consiguiendo precisamente lo contrario de lo deseable, esto es: tratan de convertir un escenario de guerra en un combate de boxeo, en el cual el problema no sea la matanza de gente sino la falta de estilo.

Libramos a los hospitales de los bombardeos como curamos a los presos para llevarlos a la silla electrica. Protejamos a los periodistas, porque algo habrá que poner entre los anuncios.

Desde hace un par de semanas España ya no fabrica bombas racimo, que son unas bombas muy hijoputas ya que matan de forma indiscriminada y lo mismo mutilan a un burro que a un cartero que a un periodista. Menos mal que ha salido la ONU para advertir que eso no podía ser, que no se puede matar a la gente de forma indiscriminada.
La verdad, desde hace un par de semanas que duermo mucho mejor, donde va a parar. Ahora que sé que mi país mata de forma discriminada ya solo me preocupa que nos acusen de racistas/sexistas, no como antes, que pareciamos animales.

Ahora elegimos arbitro, lo vestimos de negro, lo entrenenamos para aguantar menciones a su santa madre y que diga aquello de: preparados, listos, …ya!!! Y de aquí a las olimpiadas.