Esta tarde estuve en la finca y “les dí una vuelta a los animales” (en realidad fuí yo el que dio las vueltas – y más de una – entre otras cosas porque si le doy una vuelta a la gallina pues la dejo como estaba y se trata de dejarla mejor de lo que estaba antes de darles la vuelta tu. Las gallinas también dieron vueltas pero en un plano diferente)… en fín, que me lio: que les he cogido los huevos a las gallinas (los que ponen en el suelo del gallinero, los otros no se los cojo, ni siquiera se los veo, pero ni aunque se los viese los cogería).

El caso es que esta noche me estaba comiendo los huevos (tengamos la fiesta en paz!) y pensando “que diferencia!!” con los huevos del Eroski que me comí el otro dia y que tenían por lo menos 3 semanas. Estos si que sabían a huevo, y al echarlos en la sarten no se esparcian y se quedaban firmes y recogidos como los huevos cuando hace frio. Estos huevos si que estaban frescos, me los estaba cenando por la noche y hace apenas tres horas estaban metidos en el culo de una gallina.