El voluntariado, aquel que surge de forma (mas/menos) espontánea ó coordinado por ONG´s es algo digno de elogiar. Cuando surge de los despachos de la Administración (y no digamos ya de empresas privadas) se convierte directamente en abuso por parte de quien se aprovecha de la buena voluntad ajena para en su propio beneficio.

Hace ya tiempo que el Estado y las administraciones públicas vieron en el voluntariado el gran chollo: ¿porque gastarnos el dinero que los contribuyentes nos dán para limpiar las playas, si esos mismos contribuyentes están dispuestos a limpiarlas gratis? ¿que necesitamos?: una buena campaña de marketing desde la cual remover conciencias. El negocio es redondo: pagamos de forma obligatoria para que se limpien las playas y a continuación las limpiamos gratis a cambio de que no nos insulten llamandonos insolidarios.

Y del abuso a la simple tomadura de pelo apenas hay un paso, miren sino las condiciones de la campañaLimpieza de fondo Cartagena 2009“. Por el módico precio de 10 euros usted puede pasarse la mañana recogiendo colillas en la playa de La Cortina. Y por 25 euros te dejan la botella para también limpies el fondo marino. No solamente la administración no se gasta el dinero en limpiar y mantener los espacios públicos, sino que lo destina a subvencionar a empresas (con animo de lucro) dedicadas cobrar a los ciudadanos por limpiar esos espacios públicos. Esto ya no es un chollo, esto debe ser el rechollo.

Caballito de mar (Merche)

No soy buzo, pero Merche si y ha colaborado y colabora habitualmente todos los años en (por ejemplo) campañas de censo de caballitos de mar ó de estudio de praderas de Poseidonea, claro: no les cobran, los gastos derivados del material los aportan los mismos que se ahorran la mano de obra y los desplazamientos.

Pagar por limpiar las playas me parece una tomadura de pelo de juzgado de guardia. Pero si les parece poco dinero vayanse a limpiar a Cabo de Palos donde, según me dicen, ya están cobrando 45 euros.

Nota para bichos terrestres: el precio de alquiler de una botella en cualquier club de buceo ronda los 15€. Si se dispone de botella propia, la recarga ronda 1€ (Decathlon) á 8€-10€ (dependiendo)