Una de las ventajas (o inconvenientes, según se mire) de no tener televisión (ya ni siquiera televisor, murió hace una semana) es que cuando quieres ver algo lo tienes que querer de forma activa, es decir: o te lo pones tú mismo ó no hay nada que ver. Se acabó el “ver lo que echen“. Asi es que lo que vemos es porque lo queremos, lo buscamos, lo ponemos, como la serie Wallander.

La serie trata sobre las peripecias profesionales y personales de un inspector de policía. Hasta aquí nada nuevo. Ahora bien, reune algunos requisitos que la hacen muy diferente al clásico estereotipo de película de detectives, a saber: la acción/historia transcurre en Suecia (sí, eso que está a la derecha de New York según se cruza el Atlántico), está realizada por la BBC (plus), con una fotografía excelente, interpretada genialmente por Kenneth Branagh y donde los personajes son sanamente creibles.
La serie de Wallander está basada en la novela del sueco Henning Mankell, uno de los pasajeros del barco turco secuestrado y tiroteado por el ejercito Israelita y que este domingo cuenta su experiencia en El Pais:

(…)
Transcurrida una hora exactamente, los botes de goma se acercan veloces llenos de soldados enmascarados que inician el abordaje de inmediato. Nos reunimos en el puente de mando. Los soldados se muestran impacientes y quieren que bajemos a cubierta. Alguien se demora y lo atacan con una descarga eléctrica en el brazo. El hombre cae al suelo. Otro hombre que tampoco se movía con celeridad suficiente recibe el impacto de una bala de goma. Y todo esto sucede allí mismo, a mi lado. Es absolutamente real. Personas totalmente inocentes tratadas como animales y castigadas por su lentitud.
(…)

La serie la podeis descargar desde aquí. Son pocos capítulos pero largos (casi largometrajes).
Para descargar el juicio a los responsables de la matanza creo que vamos a tener que esperar más, mucho más, quizás viviendo un par de vidas más nos llegue a verlo.