Ayer tuve un encuentro con Tarzán y me mandó a Urgencias con una rectificación de cervicales y collarín durante 5 días.
Yo iba paseando con mi hijo de 4 años de la mano y, de improviso, se le avalanzó “chita” en forma de Bulldog Francés. Intenté asustarla pateando el suelo y aparté a mi hijo de sus fauces en repetidas ocasiones, pero no cejaba en su intento de topar (o morder, no lo sé). Entonces aparté a “chita” con el pie y fue entonces cuando apareció entre los árboles, también de improviso, Tarzán, el cual, sin mediar palabra, me propinó un fuerte golpe en el cuello, al grito de “¡le has dado una patada a mi perro!”. De la mano de mi hijo, y por sorpresa, no pude ni esquivar el golpe. Le increpé su actitud y su comportamiento de la mejor manera que pude y llamé a la Policía. Por la tarde fui a poner la pertinente denuncia en comisaría.