La troupe de gorriones que llevamos a medias la gorriona y yo sigue viento en popa, yo les pongo la comida, el agua, la casa y la telecam y ella los ceba y los asea.

De papa-gorrión no se sabe nada desde hace un par de días. Hacia el séxto día sus aportaciones eran ya anecdóticas, hasta el punto de que no se ha grabado ningun vídeo en que aparezca desde entonces. Muy probablemente esté engatusando a otra hembra en otro nidal.

Los polluelos muestran ya los cañones de las plumas y sigue existiendo una gran diferencia de tamaño entre el menor y los otros tres. Este, el pequeño, suele sufrir auténticas hambrunas hacia la tarde lo que le lleva a adelantarse hacia la entrada del nidal para situarse en primer lugar, hasta el punto de sacar parte del cuerpo fuera del nidal. Así es más fácil entender porque en estos dias es tan común encontrar polluelos de gorrión muertos en la calle y con pocos dias de vida, literalmente se salen del nido empujados por el hambre.

Arreglé también el problema de sonido (dichoso Pulseaudio) y ahora es posible escuchar la locura de piidos que no cesan durante todo el día. (ojo: que la conexión tiene ahora audio.)

Nota curiosa: la caja-nido hace las veces de caja-de-resonancia y resulta sorprendentemente fácil oir las conversaciones de los que pasan por la calle hablando en voz alta.