Y no ha hecho más que empezar el verano y ya tenemos record de Ha. quemadas en Valencia, unas 50.000 Ha al finalizar el domingo (sigue fuera de control).
No tan grande pero con imágenes realmente espectaculares el incendio de Hellín tambien ha tomado dimensiones y se ha propagado hacia moratalla. Casualmente la estación meteorológica de Meteoclimatic en Campillo de los Jimenez (Cehegin) está oportunamente enfocada hacia la zona del incendio y desde su conexión eran bien visibles ayer las columnas de humo y fuego (al anochecer) del incendio aun encontrandose a más de 30 kms. de distancia.
Entre la tarde y noche de ayer y esta mañana he estado capturando imágenes con las que he compuesto el siguiente timelapse en el cual se aprecia perfectamente la magnitud del incendio e incluso las llamas

A nivel político el despropósito es colosal y la sensación de impotencia y falta de medios que transmiten quienes lo están viviendo a pie de monte es acojonante. 50.000 Ha quemadas y Rajoy viendo el futbol (con 9000 Ha de fuego hasta Obama tuvo el detalle de asomarse por la zona)

Mientras, el principal partido de la oposición tratando de rentabilizar el color rojo al más puro estilo Bisbal (@ElenaValenciano: Muchísima gente en Valencia no podrá seguir hoy el partido de la selección, ni podrá seguir con su vida como hasta ahora.) y la administración valenciana primero “optimiza recursos” en prevención de incendios, prepara la modificación legal que impide urbanizar las áreas calcinadas y luego llamando a filas al voluntariado.
Todavía tendremos que alegrarnos sino hay que lamentar alguna desgracia.

Nota: Quizás alguno recuerde aquella discusión sobre el incendio que nos cogió estando en El Hierro (Canarias) y en cuya discusión alguien en los comentarios negaba la posibilidad de utilizar agua marina para sofocar el fuego.
Pues bien, comentándolo el otro día resulta que esto no es cierto: con agua salada del El Portús se apagó el reciente incendio de La Muela.
Obviamente no es el agua idónea el agua de mar, pero no se trata de regar el monte sino de escoger el mal menor y frente a un incendio potencialmente peligroso es menos malo verter algo de sal en el monte que entretenerse trayendo agua dulce de puntos remotos.