Poco a poco el monte se va recuperando de meses de sequía. Las albaidas van rebrotando en algunas casos, otras renacen de la base y otras muchas ya no son más que esqueletos de tallos blancos que hacen resaltar el verde de los Lentiscos que parecen no haberse inmutado con la sequía, casi diría que incluso parece haberles sentado bien y lucen esplendorosos en mitad laderas cubiertas de arbustos moribundos.

     
  Lentisco entre albaidas  
  Lentisco entre albaidas