Como se suele decir, todo se pega menos la hermosura. La semana que viene, 27 de agosto, se votará en Bruselas la propuesta sobre la directiva de patentes de software. Teneis mas informacion detallada aqui.

La directiva persigue autorizar la patente, no ya el producto, sino su concepto, su idea o el modelo de negocio. Si antes pagabas por montar un chiringuito, ahora pagarias además por pensar en tener un chiringuito, y si es en la playa ni te cuento. Si yo quiero desarrollar un editor de texto debería pagar a quien se le haya ocurrido antes el concepto de editor de texto. Pero lo que podría pasar por una argucia mas del capitalismo de los neoliberales, por vendernos el aire que respiramos, plantea situaciones tragicomicas, que rayan la ciencia ficcion. Nada nuevo en realidad, aunque seguro que ellos no han pagado por pensarlo.

Allá, donde todo es susceptible de ser patentado, comprado, vendido ya empiezan a verle los dientes al lobo transgenico, a uno llamado MONSANTO. Esta empresa, adalid de los insultos perdidos, desarrolló una variedad de soja modificada genéticamente para resistir sus herbicidas de la serie ROUNDUP. En el momento de la venta el agricultor ha de firmar un contrato mediante el cual se compromete a comprar nueva semilla en cada plantación. En dicho contrato MONSANTO afirma que “esa semilla y todo lo que de ella derive, es de su propiedad”. Se plantea entonces la hipotesis:

“¿y si el polen de esos cultivos modificados geneticamente pasa a la naturaleza y engendra nuevas especies, subespecies o razas en la flora local?”.

En unas pocas generaciones, y con la ley de patentes en la mano, podría darse la situacion de que TODA la vegetacion y flora de una region pertenezca a MONSANTO. Casi nada.

Sinembargo MONSANTO no pagó un duro por utilizar una semilla de soja fruto generaciones de agricultores, simplemente la cogió y dijo “es mia”.

¿cuanto tendría que pagar MONSANTO a los agricultores del mundo que desarrollaron el concepto de enterrar una semilla en el suelo y esperar que crezca?.

Situaciones tan disparatadas como graves. Hace unos años (3 ó 4), British Telecom llegó a los juzgados britanicos asegurando que el concepto de hipervinculo (ese texto que enlaza a otro documento ó pagina web) era suyo y que si alguien quería usarlo tenía que pagar.

No hace falta ser muy retorcido para darse cuenta de las paradojicas situaciones que se pueden dar ante el hecho de prohibir el uso de una idea, ademas del riesgo que supone para la investigacion y el desarrollo, ya que a cualquiera de las multinacionales que todos tenemos en mente, les bastaría con poner un precio disparatado a su idea, para paralizar de hecho cualquier linea de investigación ó desarrollo, pública o privada. Si ya es compleja la patente de objetos físicos y tangibles como un embrión, que no va a pasar con los conceptos, las ideas.
Creo que mañana voy a patentar esto …
No, mañana no que es sabado, el lunes …
El lunes patentaré el concepto de dejar las cosas para el lunes…

… me voy a forrar!