Hace ya unos años (más de dos, pero no hace tanto), cuando me esforzaba más en que todo el mundo creyera que estudiaba que en estudiar, nos dieron un curso de educación sexual. En realidad era un curso de re-educacion general, solo que nadie lo sabía, y ninguno sospechaba que el contenido del curso superaría de lejos nuestras espectativas, al menos las mias.

Cierto día nos llevaron a la sala de conferencias. Allí nos presentaron a Cristina. Se presentó brevemente y casi de inmediato nos repartió un folio a cada uno para que apuntasemos aquellos temas relacionados con el sexo de los cuales nos gustaría charlar en las próximas semanas. Ni que decir tiene la gilipollesca sonrisa que dominaba toda la sala.

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