Acabamos de llegar de Alicante de ver nuestro velero Neilan, donde hemos podido salir a navegar brevemente y sin papeles, conocer al ex-dueño, desmontar el foque para traerlo a coser y todavía nos ha sobrado tiempo para hacer la primera novatada.

Proa

El anterior dueño, Horacio, un “rio platense” gordito y bonachón, nos ha enseñado todos los entresijos del barco y nos está ayudando con todos los papeleos y trámites.
El barco está en general en un estado estupendo. Necesita limpieza, pulido y puesta a punto de habitabilidad. Pero la parte importante de mecánica y estanqueidad funciona de maravilla. El foque (la vela de delante) requiere un cosido, ya que el borde exterior que queda al aire despues de recogida la vela está algo deteriorado. La mayor está perfectamente usable y además el barco dispone de otras 3 velas. Tenemos también que cambiar el inodoro que actualmente desagua directamente al mar (algo que la legislación no permite), para poner un inodoro químico. Hacen falta 6 chalecos salvavidas (tantos como plazas indica la documentación) y tenemos que hacernos también del GPS. Con esto, el barco ya estaría en condiciones de pasar la ITB y poner rumbo a Cartagena.

La novatada ha sido que, una vez decididos a sacar el barco para probarlo, hemos desamarrado todos los cabos del barco, todos menos uno: la manguera de corriente que dá electricidad durante el atraque y que nadie ha visto… y que casi hemos arrancado de cuajo cuando el barco ha hechado andar. Digo “casi de cuajo” porque el croooockkk (onomatopeya del crujido de un poste de luz al ser arrancado a tirones de su base) a nuestras espaldas lo hemos oido todos con el tiempo suficiente como para no tirar al agua el poste de luz. Creo que podría haber sido peor.

Neilan entrando a puertoNeilan entrando a puerto

En fín, por lo demás el barco navega bien… o eso dicen ellos. Yo en un par de ocasiones he estado a punto de saltar por la borda al grito de “nos hundimos!!“, pero parece que esa inclinación que toma el barco es normal a juzgar por la cara de tranquilidad de los veteranos que iban a bordo en animada charla.