Esta es una receta típica de Cartagena (a mi padre le salen riquísimas). Seguro que existe en otros lugares con otros nombres, quién sabe, porque ya veréis que es bien sencilla. Pero por si acaso alguien no la conoce, yo la explico. Las patatas quedan riquísimas y es un plato que acompaña cualquier cosa.
Ingredientes: patatas, ajo (4-5 ajos por kilo de patatas, aprox.), vinagre (un vaso normal por kilo de patatas aprox.) y hojas de laurel.
Se pelan y cortan las patatas para freir y se hacen a fuego medio hasta que estén blandas. Deben quedar blancas, no doradas, esto es muy importante. Vamos apartando las patatas que estén hechas
Mientras, pelamos los ajos y los machacamos bien en el mortero. Cuando están bien machacados añadimos el vinagre y dejamos macerar. Si queda algún trocito de ajo, no importa
Cuando están todas las patatas hechas, quitamos aceite de la sartén (dejamos muy poco) juntamos todas las patatas con el laurel y volcamos la mezcla.
A fuego medio-flojo vamos revolviendo las patatas hasta que todo el vinagre se haya consumido.
Listas para comer.
Me cuentan mis padres que había un bar que las servía con vino blanco y una rosca. Nosotros nos las hemos cenado acompañadas de vino blanco y tostás de tomate y jamón. Ni te cuento.
Con patatas de nuestra tierra quedan muy ricas. Imagínate como tienen que estar con las auténticas patatas peruanas.