Hace ya un tiempo que descubrí que en el patio había alguna Musarañita, pero no las había vuelto a ver hasta hace unos dias en que Merche la descubrió metiéndose en su madriguera.
Entre ese momento y colocar una cámara pasaron unos 15-20 minutos (minuto arriba minuto abajo).

La sorpresa fue grabar ayer el “encuentro” entre una pequeña Salamanquesa rosada y la Musarañita, que aparte de la curiosa reacción del reptil sirve como referencia para hacerse una idea del tamaño del mamífero (por algo es el más pequeño del mundo).

PD: En cualquier caso no llevarse a engaño, en caso de necesidad yo apostaba por la musarañita.