Desde hace ya algunos meses que mantengo suelta una canaria. Acude a su jaula en el patio solo a dormir y a comer ( cuando no encuentra comida fuera, en algún comedero u otra jaula ) o se pasa el día metida en el jaulón de los Agapornis (que también está abierto) o “provocando” a los machos de las otras jaulas.

Normalmente, cuando le abro la jaula por la mañana, suele salir disparada a la terraza, dá un par de vueltas y se larga hacia el vivero forestal que tenemos cerca de casa. Al cabo de las 3 ó 4 horas vuelve y se pasa el resto del día por los alrededores, hasta que el anochecer en que vuelve a su jaula y le cierro la puerta.

Por las tardes, para que se desfogue un rato, me gusta soltar tambien al macho del jaulón ( camara5 ). Este, se aleja bastante menos, como máximo a los edificios cercanos, pero rara vez perdiendo de vista su jaula. Hoy, en una de estas escapadas les he grabado (este vídeo) a ambos en el comedero, “desfogandose” un rato.

Pasadas un par de horas de suelto el macho, enseguida se agobia y quiere entrar a su jaulón (donde tiene que atender también a otras 2 hembras y 4 polluelos). Entonces me toca subir a la terraza y quedarme un rato manteniendo la puerta del jaulón abierta hasta que consigue ver el hueco ( le cuesta entender que la tela metálica es intraspasable ) por el que acceder al interior (el “hueco” tiene 30×30 ctms).

Desde hace una semana también mantengo sueltos a los Agapornis ( aqui en el comedero II ) Estos son más dificiles de comprender (supongo que por eso los llaman pájaros exóticos). Lo mismo se pasan el dia fuera y llegan a dormir, que, como hoy, duermen pasan la noche fuera y se llegan a las 7 de la mañana para pasarse todo el dia metidos en el nidal.

Viendo a los pájaros así, sueltos pero queriendo entrar en sus jaulas o metidos 20 horas en un cajón de madera al sol, se me ocurren muchas metáforas acerca del concepto del libertad y de la humanización/desanimalización con la que algunos tratan a los animales. Pero lo dejaré para otro día.