Hasta el sábado por la noche he estado pensando qué votar en las elecciones europeas. Es la vez, que yo recuerde, que más me ha costado decidirme. Al final he votado a IZAN (Izquierda Anticapitalista) y no me arrepiento. Es más, he decidido que a partir de hoy, cada vez que se presenten, pienso votarlos. El “Miguel del voto útil” ha muerto. Ese Miguel que argumentaba el voto a IU en las autonómicas, al PSOE en las Generales, o a la nueva Izquierda Internacionalista en las Europeas, en función del panorama concreto o de los que se presentaban en unas u otras listas ya ha dejado de existir. Me ha costado darle (darme a mi mismo) “el golpe de gracia” -lo reconozco: y eso que he contado con varios amigos y amigas que me han ayudado- y más me va a costar olvidarme de él, seguro. Pero mi decisión es firme y no hay vuelta atrás.
Sigo pensando que un voto no sirve de nada, en comparación con lo que supondría entrar a formar parte de una fuerza política más o menos afín. Pero bueno, algo es algo: en Cartagena hemos sido 29 los votantes de IZAN; a ver si nos localizamos los unos a los otros y logramos montar IZAN aquí. No estaría mal.