Esta mañana oigo en Radio Nacional: “incertidumbre y desconfianza en los mercados”. Dice la locutora que Noviembre ha sido un mes de pérdidas para la bolsa. Pero no dicen que para que gane una “bolsa”, otra debe perder. El reparto entre los “tiburones” del capitalismo no entra en los planes. A no ser que se refieran al reparto del dinero público. Ése sí.

¿Alguien se puede imaginar a los “brokers” de los mercados con “incertidumbre y desconfianza”? ¿Qué imagen mental nos traslada la locutora al presentarnos a la base de la pirámide de oro de la especulación financiera como como alguien necesitado de seguridad y de confianza?

La realidad es que el sistema económico actual necesita de esas incertidumbres y de esas desconfianzas para medrar. Bueno, para que medren los de siempre. Y el resto a esperar que caigan algunas migajas del plato. Ahí saltarán esos “tiburones” del descontrol para que nadie las toque. Lo tienen clarísimo; ¡qué dices de incertidumbre!
Falta dinero, afirman otros. Olvidan lo obvio: que el dinero es una convención humana que sustituye a la justicia social, al reparto. No es que falte dinero, es que la riqueza está mal repartida. Pero esos tiburones siguen teniendo confianza en que el sistema les hará ricos. A ellos, no a todos.