Tengo que reconocer que este domingo salí a bucear por El Portús algo más motivado de lo habitual después de que Copépodo nos dijera que había fotografíado un nudibranquio en La Azohía en una ubicación que le había comentado yo, que no he visto todavía ninguno. Y vaya, hubo suerte.
Ver un nudibranquio en buceando en apnea es complicado, pero ver un Caballito de mar (Hippocampus gutulattus) es, tristemente, mucho más raro.

     
  Caballito de mar I  
  Caballito de mar I  

Recuerdo que en las casas del Mar Menor hace años era costumbre común colgar de pequeñas puas en la fachada uno o más caballitos secados al sol, que quedaban ahí perpetuamente decorando la casa junto con alguna estrella de mar que algún día fue roja.

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