Es común a todos los partidos de implantación nacional la verticalidad en la toma de decisiones. Madrid dispone y los demás obedecen. Este mal está generalizado a los principales partidos. IU no se escapa. Al menos la IU que yo conocí hace ya unos cuantos años. No sé si habrá cambiado algo al respecto. Lo dudo.
Pero lo que me llama la atención no es tanto en lo que se parece el modo de organizarse los partidos políticos, sino en lo que se diferencian. Constato con gran sorpresa que el PP paga sobresueldos a sus cargos públicos. No a todos, sino solo a los que tiene capacidad de decisión sobre asuntos económicos. La única razón que encuentro a este, en principio, extraño proceder, es garantizar su lealtad al partido. Lealtad que bien vale su peso en oro.
Asi pues, mientras que un alcalde corruptible (solo los corruptibles) del PSOE o IU se corromperá con el primer negociaco que se le ponga a tiro, y luego dará (o no) una parte de sus ganancias en B al partido; un alcalde corruptible (solo los corruptibles) del PP se corromperá solo con quien lo diga quien le da (o no) en B, parte de lo que gana al final de año.
La diferencia estriba en que la corrupción del PP resulta más ordenada, más mafiosa. La del PSOE e IU mucho más anárquica, porque sus tesoreros aquí no pintan nada, o pintan poco.