lunes, 13 de marzo de 2017 (Hace más de 2 semanas)

Después de los 10 días de travesía en kayak por bahía Magdalena volvimos a La Paz, nos tomamos una tarde de descanso y ducha caliente y a la mañana siguiente alquilamos un coche y nos fuimos hacia el norte, hacia Loreto. Salimos a ver la ballena azul y visitamos algunas zonas del desierto interior y playas del sur de Loreto que nos habían recomendado. Hacia el penúltimo día, después de atravesar una pista de desierto bastante entretenida acabamos saliendo a la carretera de La Paz-Insurgente, la que teníamos que tomar de vuelta, pero como todavía nos quedaba un día decidimos volver a Bahía Magdalena donde acampar y localizar a alguien que nos sacase a ver las ballenas grises otra vez.

Acabamos en un poblado de tan sólo una chabola y deshabitado a orillas de Bahía Magdalena, Cayuco, donde montamos el campamento, y en esto estábamos ya al anochecer cuando de casualidad dimos con una familia de pescadores que vivía muy cerca por la costa pero a través de un laberinto de caminos entre los cactus y dedicados a la acuicultura de almejas varias y callo de Hacha (un manjar, idéntica a nuestra nacra).
Encantados de vernos por allí nos enseñaron todas sus instalaciones, redes, técnicas y proyectos futuros (los pescadores mexicanos han resultado ser unos encantadores anfitriones, extremadamente amables y habladores). Por supuesto nos dieron a probar todas y cada una de las almejas y callos que ellos mismos cultivaban.
Les propusimos salir a ver las ballenas al día siguiente, y una vez solventados algunos problemas de infraestructura (tenían que preparar la lancha y comprar gasolina) quedamos para la mañana siguiente.

Ballena gris curiosaBallena gris curiosa

Salir con alguien no-profesional a ver ballenas tiene el inconveniente de que su inexperiencia al aproximarse a las ballenas salta a la vista. Las respetan y evitan acercarse a ellas a sabiendas de que con muy poco esfuerzo un animal de este tamaño tiene muy fácil hacer saltar por los aires la embarcación. La principal obsesión preocupación de Jorge era por todos los medios tratar de no herir a las ballenas que se acercasen, especialmente con la hélice, por miedo a que un revés del animal herido nos tirase a todos al agua. Por suerte esa misma falta de experiencia ayudó a que se dejase guiar por nuestras indicaciones y parase cuando se lo solicitábamos o no emprendiese la huida (como pretendía) cada vez que una ballena se nos acercaba. Sigue leyendo…

martes, 6 de septiembre de 2016

Un par de casas más abajo en la acera de donde vivo actualmente hay un chalet, hoy cerrado y vacío. Ya hace cuatro o cinco años que murieron los vecinos, primero él y luego ella (en poco más de un mes perdió la cabeza).

Cuando eramos críos, con 10-11 años recuerdo jugar en la obra de construcción de su casa-chalet. Recuerdo concretamente pasarnos un fin de semana saltando desde el primer piso hasta un montón de arena que los albañiles habían dejado perfectamente amontonado y centrado en el jardín.
Era habitual, por las tardes colarnos y pasarnos horas olisqueando con al emoción de andar ilegalmente por una casa que no era nuestra, lo que algún día sería la cocina, el baño, la terraza…luego tomábamos impulso corriendo y saltábamos desde el primer piso (todavía no tenía paredes) hasta el montón de arena del jardín… y otra vez para arriba, y otra vez a saltar… un auténtico subidón de adrenalina esos 2-3 metros.

La sorpresa vino el lunes. Supongo que sería verano porque recuerdo ver a los albañiles llegar por la mañana al montón ahora bastante más esparcido por el suelo y con los legones excavar para sacar de entre la arena un puñado de clavillas de acero, de esas de color negro con estrías que se usan para los encofrados. Para que no se las robásemos las habían escondido entre la arena. Y vaya, les funcionó, allí seguían.
Recuerdo que ya entonces con 10 u 11 años nos asustamos. Nos miramos y vimos la tremenda hostia que nos podíamos haber dado cayendo sobre uno de esos hierros, de la que nos habíamos escapado. Lo revivo años después y todavía me dan escalofríos de pensarlo. En la vida se me ocurriría ahora saltar hoy a un montón de arena sin haberlo examinado varias veces a conciencia.

Hoy cumplo 49 años (sí, casi ná) y creo que ese montón de arena es una buena metáfora de lo que es “hacerse viejo“.

lunes, 29 de agosto de 2016

En televisión solo recuerdo haber seguido de forma activa la serie de Doctor en Alaska y recientemente House, y es todo mérito de la televisión: horarios criminales, cortes publicitarios insufribles y (sobretodo) reposiciones una y otra vez de temporadas antiguas.
En cambio ahora gracias a la descargas piratas nos hemos aficionado a seguir algunas con las que hemos descubierto algunas joyas y otras no tanto. Estas son algunas.

Juego de Tronos, Ficción, intriga
Mala y aburrida.

Empiezo por la serie probablemente más famosa y solo igualada en histeria social por StarWars. Decir que es un pimiento insufrible quizás resulte excesivo para todo el trabajo de tantos profesionales que hay ahí metidos, pero sinceramente, no la aguantamos y mira que le pusimos ganas. Tanto hablar de ella y tanta recomendación nos hizo claudicar… vamos a ver de lo que habla todo el mundo. Y me bajé las dos primeras temporadas, nos las pusimos desde el principio… y al 4º ó 5º episodio aquello era inaguantable.
Me disculpen los fans y los chavistas, pero no encuentro la diferencia entre un culebrón venezolano y esta serie excepto la época en que está ambientada. Vaya coñazo gente y nombres desfilando, de tramas y complots por todas partes, de primos, cuñados e hijos putativos…
Serie en curso. Siete temporadas, en curso.

Descargas

Daredevil, Jessica Jones. Fición, aventura.

Entretenida.
Esta en realidad son dos series, Daredevil (tipo ciego que pelea) y Jessica Jones (tipa no-ciega que pelea), dos personajes fantásticos del universo cómic de Marvel, superhéroes de segunda división, sin grandes poderes, sin grandes enemigos, sin grandes misiones más allá de barrio chino de su pueblo.
Las dos series están realizadas y producidas por los mismos, en la misma ficticia ciudad, incluso por los mismos actores y cuyas historias se entrecruzan (y parece que en un futuro lo harán además en forma de nueva serie). Sigue leyendo…

lunes, 25 de abril de 2016

Comparto este texto con Vds. (la izquierda magufa y los escépticos de derechas) y así de alguna manera lo hago mio sobre un tema en que en muchas ocasiones he pensado en escribir sin hacerlo.

El texto original está aquí y lo firma Darwin Palermo. Léanlo es muy recomendable:

Conozco a algunas personas convencidas de las bondades de la homeopatía, la eficacia del Reiki y la inutilidad de las vacunas. A unas pocas las considero inteligentes y sensatas y aprecio sus opiniones en terrenos alejados de la tecnociencia. A otras… dejémoslo en que no. En cualquier caso, tengo por norma no discutir nunca sobre las pseudociencias con sus partidarios. La mayor parte de los cambios de opinión en este terreno son el resultado de experiencias personales, no de argumentaciones convincentes. Cuando un tratamiento alternativo convierte una enfermedad generalmente inocua en una patología potencialmente mortal, uno se vuelve más receptivo a los protocolos clínicos y a su fundamentación científica.

Los partidarios de los saberes alternativos sobrestiman el disenso en las ciencias, infravaloran el saber acumulado y sienten una gran aversión a la incertidumbre. No obstante, intento mostrarme respetuoso con las elecciones personales autodestructivas, estén o no basadas en el autoengaño. Lo digo sin mucha ironía. No creo que tengamos ninguna obligación de optar por una vida sana, prolongada, razonable y poco dolorosa. En general, los partidarios de la aromaterapia me resultan menos molestos que los adictos al crack, por no hablar de los aficionados a los coches de gran cilindrada. Que los defensores de las “hipótesis disidentes” del VIH puedan difundir sus doctrinas mientras los traficantes de heroína se pudren en la cárcel saca a la luz un inquietante grado de incoherencia en nuestra legislación. Pero ese es otro asunto.

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sábado, 30 de enero de 2016 (Hace más de 1 mes)

Durante más de 30 años EEUU y Europa a dictado de Estados Unidos han sometido a Cuba a un aislamiento económico y comercial sin comparación en el resto de la historia. Esto ha provocado una evidente escasez de recursos básicos y con ello un cambio en el comportamiento e incluso en la manera de entender los utensilios más cotidianos. Obsolescencia programada es a Cuba lo que respeto es a EEUU.

Ernesto Oroza es un cubano que ha investigado toda esta cultura cubana del reciclaje y la reutilización y que el ha bautizado como Desobediencia tecnológica. Aunque se le presenta como artista y diseñador creo que sería infinitamente más correcto referirse a él como hacker, en el sentido estricto del término:
Es como un animal que está encerrado sin comida, entonces es capaz de saltar cualquier barrera y de esa manera rompe y se libera de todos esos los límites estéticos, legales y económicos, y esa liberación es una liberación moral“.

viernes, 15 de enero de 2016 (Hace 74 dias)

En los años 80, cuando empecé a salir con Merche, yo llevaba el pelo largo y ella corto. Los críos se nos reían en la cara por eso, porque yo parecía una cría y ella un crío, decían. Los otros, los que no eran tan críos, los adultos con confianza o sin ella se la pasaban dándome consejos que por supuesto nadie les había pedido: cortate el pelo y verás que es mucho más cómodo, si quieres encontrar trabajo te vas a tener que pelar, llevalo como quieras pero lávatelo a menudo, recógetelo que no se te meta en la cara,…
Han pasado treinta años y esta audacia conceptual, ese malabarismo verbal, esa ideología de vanguardista ha quedado relegada al Congreso de los diputados y a las editoriales de la prensa más renovadora.

Pero, ¿se imagina ustedes la que se habría montado si mi tocayo Alberto Rodríguez al entrar al Congreso se quedase mirando a Celia Villalobos y le dijese: “Si tu quieres llevar un gato muerto en la cabeza me parece muy bien, pero duchate que no cojas piojos!!“?.
Sí, alguno nos llevaríamos dos días partiendo de la risa (tocayo!! esta no te la perdonaré jamás!!). Pero no es así, a algunos la educación nos puede y cuando los críos nos sueltan la gracieta o el chascarrillo de turno le devolvemos la mirada con una simpática sonrisa y seguimos a lo que importa. Celia Villalobos, como otros tantos que no salieron en prensa, no son de este palo educativo sino del palo que se siente en una superioridad moral que les permite andar dando consejos higiénico/estéticos a desconocidos por el simple hecho de encontrarse en el mismo anfiteatro que ellos. Es la prepotencia que la inmensa mayoría de nosotros, los comunes mortales, solo hemos conocido en los aquellos macarrillas del colegio de nuestro barrio y en los viejos amigos de nuestros padres cuando teníamos 8 años. Ya trató también Celia de hacerlo con Pablo Iglesias el día de puertas abiertas del Congreso cuando sin beberlo ni comerlo se plantó delante del líder de PODEMOS a darle consejos. La réplica parece que le gustó poco. Será la falta de costumbre.
Como para tratar de arreglar este nuevo episodio de chulería vacilona se descuelga después con un patético “eh!! no, si en mi familia también tenemos alguno con rastas“, como aquellos racistas a los que les florecían los amigos gitanos en los días señaladitos de Raimundo Amador. Celia, eres un poema de temporá, de la temporada pasada concretamente.

Cuaderno de campo es un blog desarrollado y mantenido por Trebol-a y en el que escriben Trebol-a, Miguel, Merche y Mónica
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