Usando una cámara deportiva SJ4000 (un clon barato de las GoPro) y dos paneles de infrarrojos de mis viejas cámaras vigilancia me he montado una cámara de infrarrojos para fototrampeo que ya empieza a dar sus frutos.
Se podría decir que la he construido casi específicamente para Tejones (Meles meles) que están estaban resultando de los más esquivos.

Tejón bajo un almendroTejón bajo un almendro

Aunque es difícil generalizar (existen variaciones individuales, específicas e incluso locales) hay animales que toleran bien que de repente y en plena noche se encienda una luz blanca sobre sus cabezas y otros que lo llevan realmente mal.
Las ginetas por ejemplo suelen llevarlo medio bien. De la pareja que estuve filmando hace un año, el macho era confiado en extremo (y lo sigue siendo) y la hembra menos. A los gatos monteses les pasa algo parecido, el macho es muy confiado (en este vídeo sólo aparece él) mientras que la hembra apenas si pude hacerle fotos.

En cambio en los tejones hay unanimidad, todos absolutamente huyen despavoridos cuando encendía una luz para grabarlos (y eso que en Inglaterra incluso acuden como mascotas a comer en los jardines). No había manera de grabarlos con la Nikon, únicamente con las cámaras de infrarrojos para fototrampeo, pero estas no tienen calidad suficiente.
La cuestión estaba clara, había que usar luz infrarroja para grabar a los Tejones, el problema es que adaptar una reflex para grabar con luz infrarroja, es posible pero es una operación delicada y/o cara.
En cambio adaptar a luz infrarroja una cámara deportiva tipo GoPro es tan simple como desenroscar la lente, quitar el filtro infrarrojo que lleva pegado al fondo y volverla a poner.

Cámara y focos infrarrojosCámara y focos infrarrojos

Llevo probándola un par de semanas y el resultado (desde el punto de vista de comportamiento animal) es bastante bueno. Animales como el Tejón y Zorro que con luz blanca salen despavoridos se confían y es posible grabarlos en vídeo sin que huyan. Cuando las luces se encienden o se apagan los animales no se inmutan y si muestran algún recelo es por la presencia de objetos extraños como la cámara ó trípodes. Otros animales que ya toleraban la luz blanca se comportan visiblemente más “relajados y naturales“.

Las ventajas de esta cámara frente a una cámara de fototrampeo comercial son muchas, pero para mi gusto la opción que marca la diferencia no es tanto la cámara como los focos de luz y la enorme mejora/ventajas que se obtienen al poder separarlos del eje de visión de la cámara.
– La cámara ocupa menos. Al separar en dos dispositivos cámara y fuente de luz obviamente se reduce el tamaño, con lo que ahora es posible instalar la cámara en lugar antes innacesibles (interior de agujeros y troncos)
– Las posibilidades de iluminación se multiplican. Más fuentes de luz (2 en mi caso), más potentes, más manejables, más personalizables, etc,etc…
– Desaparecen los odiosos ojos blancos característicos de las cámaras de fototrampeo provocados por encontrarse alineados fuente de luz y objetivo.
– Aparecen sombras, algo fundamental para mejorar la calidad fotografica, identificación, representar volúmenes, etc…
– Puesto que el filtro infrarrojo de estas cámaras se encuentra en el objetivo basta con cambiar el objetivo de la cámara desenroscandolo para volver a tener una cámara a color normal.

A parte de la evidente ausencia de color (sí, son vídeos a color los que produce la cámara, pero son colores irreales) el mayor problema es el objetivo de estas cámaras, en mi caso un gran angular de 170º. Esto es exageradísimo, y obliga a colocar la cámara a 40 ctms de una animal del tamaño de un gato para que este ocupe la mitad del fotograma. Tanto el vídeo del Tejón como el del Zorro que podéis ver aquí encima están grabado situando la cámara apenas a 90 ctms de los animales y fijaos lo alejados que aparecen.

Objetivo 170º con filtro infrarrojos

La solución es en teoría sencilla, basta con cambiar el objetivo por otro de focal más larga. El problema es encontrar un objetivo de este tamaño con una buena calidad óptica. El vídeo que podéis ver del Lirón fué grabado con otro objetivo, uno también procedente de una cámara de videovigilancia. El angular más cerrado permite grabar al Lirón a unos 50 ctms sin tener que echarse literalmente encima de él, pero entonces aparece otro problema: el enfoque. Al reducir el ángulo de visión también se reduce la profundidad de campo, si con un angular de 170º prácticamente está todo enfocado más allá de los 40 ctms, con un objetivo de 90º ya hay que enfocar con cuidado sobretodo a cortas distancias y la pantalla LCD de apenas 2” no permite hacer esto en condiciones precisas y fiables. Para el caso del Lirón lo solucioné al modo cámara antigua: haciendo marcas en el cuerpo de la cámara y el objetivo para indicar a que distancia se está enfocando según el objetivo.